Contenidos
- Pero, ¿cuáles son específicamente estas amenazas?
- Y ¿cuál es el frente más vulnerable?
- ¿Cómo contrarrestar estos riesgos?
- ¿Qué acciones tomamos en Prometeo?
¿Alguna vez te preguntaste qué impacto tendría que toda la información de tu organización se vuelva inaccesible a causa de una infección por malware? ¿O qué tal si ciberdelincuentes tuvieran acceso a tu correo electrónico corporativo y repositorios de información?
Sin importar el tamaño de la empresa, todas deberían tener este tipo de preocupaciones, ya que el riesgo detrás de estas acciones no solo podría comprometer la confianza de los clientes sino también afectar la capacidad de la empresa para continuar con su actividad; además, podría suponer consecuencias legales y sanciones con todo lo que esto conlleva.
Por eso, es clave conocer e identificar las principales amenazas que pueden afectar a las empresas, y tomar acciones para evitarlas.
Pero, ¿cuáles son específicamente estas amenazas?
Existen una gran cantidad de amenazas latentes por todas partes.
En el mundo de la ciberseguridad se sabe que los grupos organizados detrás de los ciberataques, generalmente, cuentan con importantes recursos económicos con los que desarrollan múltiples tipos de amenazas. Adicionalmente, la naturaleza de este tipo de actividades delictivas se ve favorecida al ser difíciles de detectar por realizarse desde cualquier parte del mundo.
Actualmente, dentro de los ataques más comunes a los que una empresa es vulnerable encontramos:
- Ataques de suplantación de identidad (phishing): Es un tipo de ataque en el que se busca robar información y/o suplantar tu identidad a través del uso de distintas técnicas basadas en el engaño, principalmente vía correo electrónico, mensajes de texto e incluso llamadas telefónicas.
- Secuestros de datos (ransomware): Es un tipo de software malicioso que se infiltra en los dispositivos de los usuarios y restringe el acceso a los sistemas y datos con el objetivo de exigir un rescate económico para la liberación de estos.
- Denegaciones de servicio: Es un tipo de ataque en el que un actor malicioso tiene como objetivo que un sistema no esté disponible para los usuarios a los que va dirigido, interrumpiendo el funcionamiento normal del mismo.
Y ¿cuál es el frente más vulnerable?
En contraste con la creencia popular de que los ciberdelincuentes son auténticos expertos de la informática capaces de vulnerar cualquier sistema, en la mayoría de los casos los ataques van dirigidos al eslabón más vulnerable en la cadena de la seguridad: los colaboradores.
El factor humano es muy incidente en la seguridad de una organización, ya que al fin y al cabo son las personas quienes interactúan en mayor o menor medida con los sistemas y datos empresariales críticos. Esto permite que los errores humanos sean muy probables y frecuentes, presentándose al menos alguno de ellos en más del 90% de todos los incidentes de seguridad, como lo indica el estudio sobre inteligencia de ciberseguridad Cyber Security Intelligence Index de IBM.
En este punto es donde la ingeniería social entra en juego, siendo la base para aprovechar los descuidos humanos y utilizar técnicas de manipulación psicológica, con el fin de obtener información confidencial o lograr cualquier acción que pueda beneficiar al atacante.
Lo más alarmante, es que esta metodología requiere de mucho menos esfuerzo y expertise técnico que otros tipos de ataques, sumado a una alta probabilidad de éxito.
¿Cómo contrarrestar estos riesgos?
Existen formas de contrarrestar este tipo de ataques, logrando incluso que las personas del equipo sean la principal línea de defensa de una organización. Para esto, es vital que las empresas vayan más allá de la detección e implementen estrategias de sensibilización y educación.
Algo muy importante en este punto es generar continuidad en el proceso creando el hábito de la ciberseguridad los 365 días del año, por eso se recomienda:
- Compartir conocimiento: Crear charlas con contenidos donde el equipo conozca más del contexto de la ciberseguridad, y puedan entender los riesgos a los que estamos expuestos día a día.
- Compartir consejos: Más allá de solo dar información del contexto de los ciberataques, es importante brindar las herramientas con las cuales actuar ante posibles situaciones, empoderando así al equipo en la tarea de protección de la empresa.
- Actualizar los programas o actividades internas: La empresa tiene la responsabilidad de mantener actualizados estos programas de concientización, y así hacer que su equipo esté al día ante la evolución de las amenazas.
Es importante tener en cuenta que todo esto requiere de paciencia y perseverancia. Los cambios sociales de esta naturaleza llevan mucho tiempo de integración y asimilación, por lo que se deben establecer objetivos y plazos realistas.
¿Qué acciones tomamos en Prometeo?
En Prometeo hacemos hincapié en la concienciación de nuestros colaboradores, formando una cultura corporativa orientada a inculcar buenas prácticas en el uso de las herramientas y en el manejo de la información.
Entendemos que en el día a día, mantener la información segura tiene como base la evaluación que cada persona hace de los riesgos y, por supuesto, las acciones que realizan frente a ellos. Por este motivo, cada mes se llevan a cabo sesiones alrededor de diferentes temáticas, apuntando a la sensibilización continua para identificar, evaluar y tratar los riesgos.
Creemos que transmitir un mensaje positivo y de empoderamiento da como resultado que las personas del equipo se apropien de su seguridad, y se sientan parte de la solución a través de un cambio de actitud ante los posibles riesgos.
Si quieres conocer más sobre nuestras soluciones, visístanos en www.prometeoapi.com o si ya identificaste el servicio que necesitas agenda una cita con nuestro equipo para asesorarte.